domingo, 24 de enero de 2010

Mau.



Pocos, o muchos, saben acerca de mi afición por los gatos, por ese aire de misterio que emanan de su pelaje(y de su cola) al caminar, por sus ojos a la luz del día y a la sombra inmensa de la noche. No logro encontrar algún otro animal tan elegante, orgulloso e independiente como estos felinos. Me fascinan, me atraen, me hipnotizan y a veces atemorizan mis manos a la hora de acariciarlos.

Por supuesto, no siempre fue así. Cuando era más niño, me fastidiaba ver los gatos de mis vecinos porque siempre se orinaban cerca a la entrada de mi casa, dejando ese olor algo fuerte de sus deshechos.

Pero, luego de mucho tiempo, uno se acostumbra, quiera o no. Son pocos los animales que me incomodan. Solo es cuestión de aceptarlos.

Y es que cada vez que veo uno en la calle, no puedo evitar absorber toda la energía que me da su mirada, su cola y su pelaje.


domingo, 17 de enero de 2010

Presa.

Tu ya sabes como es acá, donde eres agua y a la mañana siguiente vuelves arena el barro. Y a pesar de que tu voz profunda en medio de este sombrío mundo de luz y sombras me ha salvado, a veces, no puedo evitar preguntarme con mi carne y mis huesos, desde cuando me volví tan útil para ti.

¿Desde cuando te lucras con mi sufrimiento? ¿Y con mi dolor? ¿Y con mis muecas? Das asco, y me doy asco cuando veo en el espejo del baño el insecto mas repugnante e indeseable de mi casa, tu hogar.

Muerte.


¿Dios, por qué tu tambien te enfermaste en estos días?
.
Todo se ha vuelto gris, como antes, desde que intente drenar tu esencia de mi cuerpo. Ya no soy un acorde armonioso, solo uno desafinado y con cuerdas oxidadas que arruinan la música.
.
Uno está rodeado de muertes, siente que en cualquier momento el aire soplara en su nuca para, de una vez por todas, cerrar párpados, cerrar mandíbulas para volver a acariciar los recuerdos que tan fielmente guardaste, si, en ese baúl, en el baúl roto de desilusiones olvidadas.
.
Y ojalá, en medio de este cementerio, pueda resucitar, despertar de entre los inertes, y no ser uno más de ellos.
Que tanto me duelen.

martes, 12 de enero de 2010

Suelte una frase ciegamente.


Sería mucho mejor que expulsáramos las palabras de nuestras neuronas y en su lugar el corazón nos dejara comunicar todo ante todos.


domingo, 10 de enero de 2010

2 Pensamientos

Mira su inocencia de niño
Caminan sin saber por qué, o qué sucede

Entre bicicletas y autos, no pelean por estadia,
mueven sus cuerpos, deseosos,
que algun peaton tome la batuta
y ordene

Todo es simpleza, busca sin dolor,
felíz es esta vida y a los demás con temor.
Juega tus partidas mientras ves el pavor.
el pavor de ver perdido este mundo sin amor.

La sospecha, el control
poder y ganador.
y en el último suspiro,
mientras celebra,
gritaré su maldición

sábado, 9 de enero de 2010

Pensamientos

"Words dissemble
Words be quick
Words resemble walking sticks"

Es de mañana, limpio una lágrima
y "desvaneces"

Es de mañana, ordeno mi cuarto
para no mantenerte en mi conciente
mientras enfrento el dia
y sus pequeñeces.

No quiero vernos sonriendo
ventanales violentos siguen mis recuerdos
fuertes vientos quizá me rodeen

Soy un narrador frustrado, cansado
aburrido de dicotomias
O soy feliz, o soy triste
o soy lo que viste, o soy lo que fuiste

Así soy, un hombre bilingüe
con tristes mareas y arrecifes
redactor de momentos, o recuentos
Un hombre que vive diciendo
"estoy muerto"

viernes, 8 de enero de 2010

Ficcion real

"When the music's over

Turn out the lights"

La miré con cara atónita. No sé, no recuerdo...

No tomé conciencia sobre la cara que puse cuando me dijo esas punzantes palabras. Dolor, eso era lo único que percibía mi cuerpo. Como hacía "crack" en un segundo, como se desplomaban uno a uno mis sentidos, como todo era cristal y se resquebrajaba para, finalmente, crujir y desaparecer. Todo en segundos.

Fotografié en mi mente la última vista de cariño que me brindó. Pero para mala fortuna, en ese momento el revelado no lo encontraba. Al parecer el archivo de fotos iba rumbo a una hoguera cerebral. Que pena, queria recordar con gusto una vez más.

Su mirada se enterneció por un instante. Desafortunadamente lo capté. Mis ojos se habían entristecido, se habían hinchado, o que sé yo. Trató de alzar su mano para darme una última caricia, pero bajé el rostro para no dar pena. Eso era lo último que quería que viera en mi. Mi ser derrotado.

-¿Asi que este el final no?

-No quiero hacerte daño, pero en serio comprende: No.

Nunca una palabra me fue tan desatenta a lo que pensaba. De hecho nunca lo fue. Pero aquella vez, esa silaba retumbó en mi mente y el eco no cesaba.

Tomé mis cosas que estaban al costado. Agaché mi cabeza aún más. No podía sonreir, ni siquiera hipócritamente, pues toda "alegría" estaba ausente en mi mente.

Dije "adios" en un murmullo casi inaudible. No estoy seguro si lo escuchó, creo que sí. No intentó detenerme, aunque hubiese sido un daño más si lo lograba.

Mientras perdía mi ser en algún lugar, un pequeño estribillo se coló en mis orejas:

"Hoy he salido con los zapatos de domingo
y llueve en toda la ciudad,
hoy he salido y es viernes,
nadando llegaré hasta el fondo de algún bar."

jueves, 7 de enero de 2010

Tranquilo(rescatado)

Por lo general pienso que son muchas las razones por la que soy así; así de reservado, así de reflexivo. No escatimo en pruebas retorcidas, pues complico mi pensamiento que hace buen tiempo no se despeja por si solo. Ando tranquilo por calles que ya conozco, paso a paso voy redescubriendo nuevos detalles que no me percaté, como una sonrisa perdida entre las plantas o figuras curiosas formadas por edificios. Hago memoria y me rio de los chistes que compartimos, de los momentos aún unidos y como esbozamos, torpemente, sonrisas cuando nos vemos.

Entre sueños, tu semblante descansa suavemente en mi regazo. Viendo a través de párpados cerrados, tus ojos relajan a los mios.

"Everything is good
And brown
I'm here again
With a sunshine smile upon my face"

miércoles, 6 de enero de 2010

Un cubo, dos cubos, tres...

Está perdido. Tiene ganas de salir y arrancar toda la tensión que estira a su cuerpo y lo inmoviliza, pero la paranoia porcina avanza y no tiene la pretensiones de ser el primero en sufrirla. Lee periódicos anteriores a la fecha, se pone al tanto de la pandemia vivida en gran parte de Norteamérica (por no decir toda).

Cuando finalmente se aburre, prende la computadora que está a un paso derecho de su cama.

"La espera me agotó
No sé nada de vos
Dejaste tanto en mí.
En llamas me acosté
En un lento degradé
Supe que te perdí."

Con su vaso de a la mano izquierda, empieza a recordar los viejos tiempos, pues no puede evitar recordar lo que fue alguna vez.

Luego de un rato, vuelve al presente, donde uno siempre estará atado. Escucha música y cada canción lo guía a sus memorias. Hace un punto aparte, una pausa, quiere simplemente olvidadarla, mas también quiere que todo le vaya bien. Entre esa y más contradicciones lucha su conciente para estar de una vez tranquilo, para descansar. Para apartarse de ese incordio coge sus separatas universitarias y vuelve a leer.

"La mejor manera de hacer algo, es no pensar mucho en ello".

Se derrumba de nuevo en su cama, como en el principio. No sabe exactamente que hacer con su vida, ni con la de nadie. Se da media vuelta y queda bocabajo. Quizá cerrando los ojos pueda aclararse finalmente.

Solo un paréntesis.





Nunca sabré qué pasaba por la cabeza de ella. La figuraba muchas veces en el gimnasio, mientras corría frente a la ventana y pensando en qué debía hacer conmigo. Luego al bajar, se encontraba con él y empezaban a besarse en medio de la escalera de caracol; así me la imaginaba yo. La soñaba en el hall hablando agarrados de la mano, dirigiéndonos hacia un lujoso baile; obviamente solo en mis sueños. Lo triste era que yo estando echado en mi carpeta, mirándola con ojos soñadores y entristecidos. Eso es lo doloroso de la realidad: saber la verdad.

Ahora miro el cielo nublado de Lima, con el mismo cejo fruncido desde que nací. Veo las olas mansas acercarse a la orilla, las nubes emulando humo de cigarrillo y las personas indiferentes al pasar; nada ha cambiado.

Me siento un rato, muevo mi mochila de mi espalda a mi pecho para sacar mi cuadernillo y ponerme a escribir, pues hoy es una fecha que no se puede olvidar fácilmente. Como dijo un poeta peruano "tu recuerdo es más fuerte que mi olvido".

Empiezo a recordar todo lo que paso, todas las tonterías que hacíamos por el hecho de ser pequeños, niños, "chibolos" o "chamos", era tan divertido. Pero siempre había el detalle que quitara brillo a lo demás, ese puntito aparte que utilizamos para aclarar las cosas. Y es verdad, no todo fue felicidad contigo, más apareció el dolor que otro sentimiento.

Y ahora que rememoro tu existencia, de manera 'solemne' pero a la vez nostálgica, no puedo hacer otra cosa que levantarme, cerrar mi mochila, darle un último vistazo a la costa y prender un cigarrillo para olvidar.

martes, 5 de enero de 2010

¿Y qué soñaste? (relato corto)

El señor miraba intrigado a su hijo, su fantasía lo asombraba a cada respiro. Mientras le comentaba que había visto a párpados cerrados, sus pupilas penetraban más y más en lo profundo de su ser, considerado por él, único e imprevisible.

Los ojos del niño iban de aquí para allá. Relataba su historia con tal emoción y fervor, que los clientes vecinos de la mesa lo admiraban a boca cerrada. Sus expresiones, pensaba el padre, deben hacerles recordar a su infancia, que aún quieren revivir.El pequeño, por su parte, revivía con intensidad lo poco que recordaba.

Detenía su recordar por momentos, no quería serle infiel a su cuento. Movía sus manos, como si su imaginación fuese palpable, creando su propia realidad. Algo que, sin darse cuenta, atraía las miradas de los presentes. Escapar de la realidad no era su cometido, menos con su padre, pero había transformado esa atmósfera fría de invierno, en una eterna primavera.

- La cuenta por favor.

El cuento se esfumó. El soberbio viento golpeó las servilletas, haciéndolas volar al azar. Se había olvidado por completo de donde estaba, quién era y qué hacía allí.

- Tranquilo, – lo miró con cara serena – sígueme contando camino a casa.

Entonces volvieron las memorias, todo, bueno casi. Y tan alegre como comenzó el sueño, tan alegre lo terminó.

lunes, 4 de enero de 2010

Estes aqui

Me gustaría que la noche durara una vida y empezara a soñar en todo ese tiempo. Me gustaría besarte en esas fantasías, no sentir arrepentimiento mientras miro tus pupilas, rodeadas por un iris intenso. Me gustaría ser más que el viento y rodearte con mis brazos, ser eternos.

Y si en algún momento me despertase...

Me gustaría que estés aquí

domingo, 3 de enero de 2010

Él.

"I was doing time
in the universal mind
I was feeling fine
I was turning keys
I was setting people free
I was doing alright

Then you came along,
With a suitcase and a song,
Turned my head around.
Now I'm so alone,
Just looking for a home
In every place I see."

Cuando pierde sus pasos en medio de la noche, cada respiro de su cigarro lo vuelve vulnerable por esos tristes segundos. Espera en el infinito un horizonte mejor, con la melancolía que siempre lo caracterizó. Frunce el ceño, pues no puede ver más allá de lo que las gotas le permiten, estas inundan su rostro demacrado, quiere reir, quiere llorar y no sabe que hacer.

En medio de esa temible noche, varias señoras que cruzan por su camino, lo observan y solo saben bajar la cabeza en señal de miedo. Él, por su parte, las mira desesperanzado, queriendo pensar que todo mejorará y decirles a las señoras que por favor lo ayuden, que me ayuden por favor...

Llega a su casa, coje la foto arruinada por el polvo y descuido de su cajón. Decide cual va a ser su final, la bota al tacho, no sin antes contemplarla por un largo momento para tenerla retenida en su memoria. Ordena sus cosas, las pone en la mochila, sabe que lo aguarda un largo y muy incierto futuro. Sale del departamento, mira por resignada su ya vacía habitación, sus muy frágiles pertenencias en su paquete. Da el primer paso, en acorde con la lluvia, moja un poco su rostro para despertarse, mira a la calle, camina.