jueves, 17 de marzo de 2016

Sinestesia

Nunca fui bueno con las relaciones en general. Tengo una torpeza innata para hacer lo indebido y para no saber identificar algunas claves dentro de las interacciones. Irónicamente escuchaba decir a algunos que la empatía y sensibilidad destacan en mi. No necesariamente.

Siempre, siempre, siempre y aún hoy no sé cómo... Tantas cosas que se aglutinan si las dejo pasar. AÚN ASÍ, aún así, aún así. 




Desde entonces
Los días cambiaron de color
Hay un matiz que mi retina no sabe limpiar
Conjugar verbos hace problemas
con los pretéritos



Tantas cosas, tantas cosas. El nudo de mi cabeza se vuelve una aneurisma si no me mantengo saludable.

La música en algún punto se volvió la mejor manera de transformar
todas esas imágenes en sonidos, aunque sea yo el único que las vea (¿o no?).



Bailar fue un sinónimo de libertad en medio de esa rutina que siempre me ha sido ajena.
Verte libre es prioridad.



Seremos niños dormidos
soñar, viajar, vivir,
dejarse llevar en los sueños caprichosos

O al menos eso veo cuando cierro los ojos y construyo esa muralla invisible que siempre (te) quiero mostrar.



Tantas cosas. O quizás no y por enésima vez el nudo de mi cabeza hace que dé vueltas.

Ojalá este turbio pero sincero mensaje sea un transporte
hacia el norte.

Bonus track:




Bon voyage