Una noche plausible, llena de manos desnudas decididas a ensordecerte con su arrítmica detonación. La ilusión de tus creencias no escatima en burlarse de tus ojos, de tu boca; gusta de confundir a viajantes incautos, anima carroñeros a devorar el sexo sin distinciones. En un aliento reservado a la privacidad arrancará tus logros si lo dejas avanzar más allá del límite. Toda esta metafísica ahuyenta a los débiles con cimientos en arenas movedizas.
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