martes, 15 de abril de 2014

Café dos.

Dia 2. 

Alguna noche de abril de este año. Un café con leche en la mesa, en la derecha un hombre que desea follarse a todas las jóvenes que cruzan el local. Un poco más atrás, un señor de edad, discapacitado. Aunque gruñón, su corazón aún alberga algo de ternura.

Yo, por otro ,lado, los recuerdos empiezan a perderse en la nebulosa del olvido. Aún así desearía que se quede ahí donde está, inamovible, frío. La verdad es que solo dejo matar el tiempo, concentrándome en otro tópicos. Divago en mundos que he construido mientras juego en mi cabeza (como sueños lúcidos). A veces reniego de la mierdilla del mundo, que me saluda todos los días con su tóxico sol. 

Mi corazón late a mil. Hoy no desaparece. Engendro, no vuelvas a mi, tengo pánico dentro de mi mentirosa tranquilidad.


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