viernes, 18 de octubre de 2013

Todo

"¿Para qué escribes? Si a nadie le importa lo que haces con unas cuantas letras"


No lo sé, solo tengo la esperanza que esas alucinaciones (que por cierto se han ido incrementando con el pasar del tiempo) tengan algún sentido al final del camino. Tengo la esperanza de que esa persona a la que escribo lo lea y entienda todo esto, que mal que bien, me sucede a diario. Yo no soy bueno en gramática, y el vocabulario muchas veces me resulta insuficiente hasta en casos cotidianos. A veces escribo con un grito ahogado en la garganta, de esos que solo los escucho yo. Vivir en calma nunca ha sido lo mio, y lamentablemente puede ser algo heroico como destructivo. ¿Para qué caminar mirando a las estrellas si nunca vendrán a ti? Esa es la misma pregunta que te haría cuando me cuestionas esto de escribir. No llegaré a ser grande, lo reconozco, pero al menos podré decir que aprecié el mundo desde otra perspectiva y que estas letras entremezcladas dieron un sentido, aunque sea vano, de lo que viví. Odio mi fragilidad, odio ser tan voluble ante las personas que considero cercanas (y las que consideré también), odio mis decisiones apresuradas y egoístas. Odio, odio todo eso, pero con esto nací, y al igual que escribir, debe haber una manera bizarra de sacarle provecho a toda la basura da vueltas en mi cabeza y no hace más que aniquilar lo poco de prudencia que me queda. Por eso, si me vuelves a preguntar, no te responderé con la soberbia de quien se cree artista o famoso, solo te diré que es una de las pocas formas que he descubierto para poder aligerar la carga de vivir.

Vivir es difícil, pero al menos así esta agonía tendrá un sentido en medio del caos.

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