miércoles, 26 de octubre de 2011

Descuido.

Hoy tomé la 037, conjunto de buses en los que solíamos conocernos más y reírnos de nuestras bromas, mientras que terceros se extrañaban de nuestras carcajadas. La diferencia se contrastó de inmediato: el recorrido fue inverso, empecé a comprender aún más por que lugares paseaba tu cabeza. Ese terreno movedizo rápidamente ahogo mis ojos en lágrimas, es peligroso y dañino para mi ponerme en perspectivas ajenas. Al instante que me dieron los boletos armé un barquito de papel, cómo te enseñé. No me demoró más de un minuto, así distraje mi percepción del camino. Al rato, otra vez, el aire me empezó a faltar, las manifestaciones psicosomáticas del recuerdo me cohibieron.

Cerré la mente entonces, con la última imagen de la luna en su cuarto menguante. Parecía pedirme que saltara a su costado y que la acompañara a modo de estrella en esa noche de párpado abierto, típico del cielo citadino. Quería llegar a mi meta, sea donde fuese. Las calles se dilataban con efectos ya conocidos, mis manos agonizantes expulsaban colores en todas direcciones, menos a los puntos cardinales.

Paren por favor, me bajo para tomar un suspiro y seguir caminando hacia dónde me lleve la vereda.



I wanted to control it
But love, i couldn't hold it

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