lunes, 10 de octubre de 2011

Hundido.

Pierdo la fecha, nuevamente. Y quiera o no ahí estás arrebatada, dulce, terca y por momentos desgraciada, pero hermosa en todo sentido. Y yo que me creía fuerte, un muro infranqueable, caí sin preámbulos ante tu ausencia. Las estalagmitas que acompañaban el sendero amortiguaron mi descenso sin paracaídas: Se empañaron de mi sangre, una explosión sorda y roja adornó su brillo franco.

Volabas ingrávida por entre las nubes, comiéndolas gustosa.

Pasaron días, meses, años... Y mi cielo no recuperó su arbusto volátil... ¿Por dónde surcas cielos? Tu esquivo andar ha esfumado el poco suelo que el firmamento me brindó alguna vez ¿Qué es de ese mirar acidulado por mis lágrimas? Yo no poseo alas en vez de omóplatos, pero tengo piernas fuertes que saltarán como grillos cuando te vean para hacerte soltar un alarido y todas las nubes que tragaste...

¿Seguirás en el aire? Mis pies aún no descansan y me vuelvo más viejo con cada paso que doy.

Incluso así, sería un gusto verte de nuevo.



Take these sunken eyes and learn to see...

No hay comentarios:

Publicar un comentario