jueves, 15 de julio de 2010

Maletas.


"Ya que estoy, te cuento el cuento de Sarmiento,
de aquel que siempre ríe pero nunca está contento."


De a pocos empezó a abstraerse de ese mundo. Bueno, siempre lo hace, en medio de su cuarto a las 5 de la mañana luego de no poder (re)conciliarse con el sueño.


"Cuéntame un cuento pa que me duerma,
quiero ser el príncipe encantado o el niño de la selva"

No ha salido la luna siquiera, la noche aún no cierra los ojos y el sol descansa en silencio al otro lado de la tierra.

(En algún momento de este relato se perdió, junto conmigo, en la Cara Oculta de Neón. Tal vez queríamos estar lejos, no regresar jamás a lo terreno.)

"Cuéntame un cuento, hasta que tu vuelvas,
hecha poesía entre el humo de la hierba."

Vamos descansando en alguna colina perdida de este planeta de niebla. No sabemos de qué hablar, solo dirigimos tímidas miradas a ese suelo desconocido. Varios astros iluminan esa noche. De hecho en la Cara Oculta de Neón (al igual que en Neón mismo), la noche sí cierra los ojos completamente y, una vez cerrados, puedes escuchar hasta las conversaciones entre estrellas.

Decidí separarme de él. Intenté explicarle como regresar a la Tierra. Es el mismo procedimiento a que si estuviese en la cara que da al sol, pensé. Creo que entendía castellano, o creo que creía entender. No regresó, tampoco lo vi flotar a la deriva sideral. A pesar de mi inglés poco fluido supongo que entendió lo esencial del asunto.

"No es que me guste estar triste,
pero es que los sueños están hechos de un material tan sensible..."


En Neón (como en la Cara Oculta de Neón) no he visto ningún satélite, aunque si he podido admirar luces traviesas divertirse con conversaciones ajenas. Sin embargo, a pesar de los descubrimientos, la cara oculta de Neón sigue siendo desconocida para mi. En medio de este desierto de luces y sonidos, poco a poco me siento fatigado, golpeado ¿Dónde estoy? pensé en un instante de confusión y delirios.

En la Cara Oculta de Neón, el aislamiento puede resultar mortal para el visitante, no sé si en Neón será igual...

Olvidé esa nota mental que había puesto en el pizarrón de mi conciencia. Tuve que regresarme, casi sin aire, a casa. Todos los descubrimientos (y desvaríos) pronto se destruirán u olvidaran, lo sé, al igual que Neón y la Cara Oculta de Neón.

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