¿O dónde quedaron las sorpresas de esos brazos carmesí,
tan sensuales e intrépidos?
El sol, también carmesí, no comete excesos
si hay arte de por medio.
Ya no insisto.
Lo hermoso de un momento, un instante,
se gradua gracias a los colores.
Por eso:
Hermosa that way.
Foto: Francisco Serrano
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