viernes, 23 de abril de 2010

Mediatarde, mediamañana.

Arrancarte sonrisas a la luz de la oscuridad del día, a la luz de la noche blanca. En los sueños negros de mis párpados incansables las lágrimas colmarán de nostalgia tu recuerdo húmedo.

Cuando mis ojos se aireen con el fresco viento del rocío, renovarán (u olvidarán) lo indeseable y, aunque no lo creas, sirven de filtro para recibir tu felicidad que resaltan tus ojos y tu boca.

¡Qué hermosa es esta lluvia! Esta noche, los sentimientos se entretienen en tu piel, lloran, ríen, conversan y se adentran en tus músculos para darte energía. Hay que darle más Vida al mundo, que merodea alrededor tuyo, que deambulará sin cesar sobre nuestros cabellos mansos y rebeldes.


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