Recta.
Es costumbre en mi no mirar a nadie, las personas son raras, salvo los pocos verdaderos amigos que me rodean. Por lo general, mi cabeza anda un paso afuera de la tierra. Seguramente se debe a mi intento de evadir la realidad.
Recuerdo que te cruzaste en mi camino. La mano alzada tímidamente me estaba saludando y yo apenas podía mantener los ojos abiertos. Ruido blanco. Y te fuiste.
Es en su camino sinuoso que encuentro confort.
Con miedo.
Cada vez que leo tu diario delirio, me deja la sensación de que estoy conversando contigo, con tu mente y con todas las cositas lindas o grises que llevas dentro. Sensaciones agridulces o no que igual las llevaré conmigo.
ResponderEliminarEsa canción es muy muy linda, fleik. Me hiciste re-descubirla. La compartiré :)